27 febrero 2012

Zaz - Je veux (Spanish subtitles)



.......QUIERO AMOR, FELICIDAD Y BUEN HUMOR.
NO ES EL DINERO EL QUE CREA MI SUERTE.
QUIERO MORIR CON LA MANO EN EL CORAZÓN.
VAMOS JUNTOS A DESCUBRIR LA LIBERTAD,
OLVIDEMOS LOS CLICHES!
BIENVENIDOS A MI REALIDAD........

GRACIAS A CUATRO ELEFANTES POR VUESTRA DEDICACIÓN Y DISEÑO DE CONMIMO, QUEREMOS DEDICAROS ESTA CANCIÓN!

17 febrero 2012

Su Majestad: la leche de vaca




Navegando por Internet, encontré este artículo de Laura Gutman.
El otro día precisamente debatía este punto y la alimentación en general con mis padres, hermano y cuñada.
Creo en la Sabiduría (con mayúsculas) de los niños. Sergio mi hijo mayor nunca ha sido de tomar leche, salvo la materna, ha sido más bien algo impuesto (por las presiones de aquello "tiene que tomar leche") que por gusto propio. Aún así toma muy poca, para untar las galletas y poco más... La toma sin lactosa porque la normal le sienta mal. Tomar leche es completamente cultural, y parece ser que a partir de los siete años la mayoría perdemos el enzima, la lactasa, que hace que asimilemos la lactosa. Por ello mucha gente adulta es intolerante a la lactosa no declarada. Simplemente no toma porque sabe que le sienta mal...

Os dejo esta reflexión:


"La leche es una secreción glandular presente en todos los mamíferos. En la naturaleza hay cerca de 5000 especies, y los humanos somos sólo una de ellas. La leche sirve para alimentar a la cría hasta que esté en condiciones de alimentarse con autonomía. Ninguna otra especie continúa con el consumo de leche después del período de lactancia. Cuando crecemos, los mamíferos perdemos las enzimas que permiten la digestión de la leche, porque sencillamente no las vamos a necesitar más. Sin embargo los seres humanos ignoramos esa ley natural.
Tengamos en cuenta que cada leche es específica, es decir, que tiene una fórmula especial para cada especie y varía considerablemente entre una y otra. Tanto la leche de vaca, como la de oveja, la de ballena, la de elefanta, la de morsa o la de perra son diferentes entre sí, y difieren obviamente de la humana. La leche de vaca sirve para criar terneros, un animal grande con cuatro estómagos que llegará a pesar 300 kilos. La leche humana en cambio privilegia el desarrollo de la inteligencia.
Es importante que sepamos que la “leche de fórmula” -como la llamamos hoy en día- es leche de vaca modificada para adaptarla a los requerimientos del bebé humano. Pero no es un invento químico, como muchas madres creemos.
¿Cuál es el efecto nocivo más fácil de detectar en el organismo humano? El moco. La principal responsable es la caseína, una proteína abundante en la leche de vaca. El moco es la reacción saludable del organismo contra una proteína que no puede incorporar. Por lo tanto, en la medida que incorporamos leche o lácteos, el organismo segrega moco. El resfrío común deriva en dolor de garganta, luego en rinitis, sinusitis, bronquitis, otitis, neumonía, y en todas las infecciones respiratorias con las que conviven los niños durante la infancia.
A pesar de esta abrumadora realidad, los adultos no podemos creer que la leche, la bendita y maravillosa leche, se nos vuelva en contra.  Preferimos apegarnos a nuestras creencias en lugar de hacer caso a la sabiduría innata del organismo de nuestros hijos.
¡Todos nuestros niños están repletos de mocos y no estamos dispuestos a relacionarlo con la ingesta de leche! Parece que el miedo al cambio es más fuerte que el acceso a la verdad."

Laura Gutman